Este receta de ragú de pollo os va a encantar, porque además de estar llena de sabor, tiene una salsa de esas de toma pan y moja, así que no olvidéis tener a mano una buena hogaza pan porque os aseguro que no vais a poder parar 🙂

Normalmente suelo hacer el ragú de ternera (LINK A RECETA RAGU TERNERA), quizá un poco más tradicional, y otra de mis recetas favoritas de cocción lenta. Pero si por ejemplo queréis reducir el consumo de carne roja, u optar por una opción más económica, este ragú de pollo «es vuestro plato». Tiene la calidez de esos platos hechos poco a poco, dejando que todos los jugos y sabores se integren lentamente para conseguir una carne tierna, que se deshace en tu boca, y te reconforta cuando llega el frío 🙂

Ragú de pollo con salsa para chuparse los dedos

Ragú de pollo con salsa para chuparse los dedos

Además este ragú de pollo va cargado de verduras que nos van a aportar una gran cantidad de vitaminas, fibra y minerales. He utilizado ajo, cebolla, puerro, pimientos rojo y verde, tomate y zanahorias, y aunque la cosa va un poco por gustos, ya sabéis que a mi me encanta picar todo bastante pequeño, por lo que he cortado toda la verdura en dados de 1 cm más o menos, incluidas las zanahorias. Había leído que si cortas la zanahoria muy pequeña en guisos que llevan largo tiempo de cocción, se desharía en la salsa, pero después de haber tenido el ragú de pollo un total 2 horas y media entre rehogado y fuego lento, no sólo aguantaron bien sino que además estaban super tiernas.

En el caso de los ajos he utilizado un prensador. Esta herramienta se ha vuelto uno de mis indispensables. Ahorras tiempo y evitas el olor a ajo impregnado en tus dedos. En mi opinión merece la pena invertir un poco más en uno de mejor calidad. Después de un primer intento con un modelo más barato que no me duró mucho, el que tengo ahora es de acero inoxidable y mucho más robusto a la hora de prensar. Aquí os dejo el link al prensador de ajos de Amazon por si os interesa. Ahora mismo lo tienen por 10,99€ por lo que sigue siendo bastante asequible 🙂

En cuanto a las pechugas de pollo, para ahorrar tiempo podéis pedir a vuestro carnicero que os lo deje cortado en pequeños dados de unos 2-3 cm de grosor, aunque si no es posible, lo podéis hacer vosotros mismos sin ninguna dificultad.

Otro aspecto interesante de esta receta son las hierbas aromáticas con las que podemos jugar para dar un toque «más canalla» a nuestro ragú de pollo. Tengo la suerte de tener el mejor orégano del mundo. Sí, como lo oís. Viene directamente del campo, de la Sierra de Gredos, donde se ha dejado secar para desgranarlo a mano. Su olor y sabor son muy intensos, van perfectos con el tomate y la carne, y además el orégano es un gran antibiótico natural.

También tenemos un mini huerto de hierbas aromáticas, y la verdad es que se nos dan fenomenal. En realidad, ¡parece que se cuiden solas! No requieren mucho trabajo y nunca paran de crecer. Tenemos romero, hierbabuena, tomillo salsero, y tomillo limonero. Al finalizar el verano pelamos el huerto y nos traemos varios botes que vamos utilizando a lo largo del invierno. Cuando volvemos en primavera y durante el verano, eso no para de crecer. !Y así cada año! Me encanta tener estas hierbas siempre en casa, con todo su aroma y personalidad. No tienen nada que ver con los botes que compramos en los supermercados, ni siquiera los de la sección gourmet. Así que para esta receta de ragú de pollo… ¿qué mejor que un buen toque de tomillo limonero? Tranquilos, si no tenéis a mano podéis usar tomillo corriente.

Y para terminar, pero súper importante para que nuestro ragú de pollo quede perfecto, necesitamos TIEMPO. Una vez que hemos rehogado toda la verdura, incluido el pollo, el tomate, evaporado el vino, añadido las hierbas… dejaremos nuestro ragú de pollo a fuego lento al menos una hora y media, aunque si podéis dejarlo 2 horas, todavía mejor. Os recomiendo que la primera media hora dejéis la olla tapada. Pasado ese tiempo podéis quitar la tapa para que la salsa vaya espesando y cogiendo consistencia, y no olvidéis remover bien cada 10 minutos para evitar que nada quede pegado a la olla.

Aunque en mi opinión el plato está todavía más rico una vez se ha dejado reposar, si el hambre aprieta y no lo podéis evitar… ya podéis disfrutar de vuestro ragú de pollo. ¡Bon appetit!

Ingredientes ragú de pollo para 6 personas:

  • 1kg de pechugas de pollo
  • Harina
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cebolla roja
  • 1 puerro
  • 2 pimientos verdes
  • 1 pimiento rojo
  • 3 zanahorias
  • 1 tomate maduro
  • 1 c/s de carne de pimiento choricero
  • 250 ml vino tinto
  • 800 gr Tomate natural triturado
  • Vinagre de módena
  • Óregano
  • Tomillo
  • Laurel
  • Sal y pimienta recién molida
  • 2 c/c azúcar
  • Aceite de oliva

Pasos para preparar Ragú de pollo:

  1. Limpiar y picar toda la verdura para tenerla preparada.
  2. Trocear las pechugas en dados no muy grandes de unos 2-3 cm de grosor. Salpimentar al gusto y enharinar en un bol.
  3. Coger una olla alta para evitar las salpicaduras y poner aceite de oliva a calentar a fuego medio. Una vez caliente doraremos el pollo. Hay que estar pendientes de remover para que la harina no quede pegada en el fondo. Retiraremos el pollo de la olla escurriendo el aceite sobrante, y lo reservaremos para más adelante.
  4. En la misma olla, añadiremos un poco más de aceite de oliva, rascando con una cuchara de madera los posibles restos que hayan quedado pegados en el fondo de la olla.
  5. Con el aceite caliente, pochar el ajo, la cebolla y el puerro a fuego medio-bajo. Añadiremos un poco de sal al gusto para facilitar que la cebolla suelte su agua.
  6. Después añadiremos el resto de verduras, (pimientos rojo y verde, y las zanahorias), y lo dejaremos todo a fuego medio durante unos 10 minutos, sin olvidarnos de remover y despegar restos que puedan ir quedando pegados en la olla.
  7.  Incorporar a la olla el pollo que habíamos reservado en el paso 3, y mezclar con las verduras.
  8. Añadimos una cucharada sopera de carne de pimiento choricero y mezclamos bien con el resto de ingredientes.
  9. A continuación pelaremos un tomate maduro y lo rallaremos directamente en la olla. Si no tienes rallador puedes cortarlo a parte y añadirlo después.
  10. Echar un vaso de vino tinto y subir un poco el fuego para facilitar la evaporación del alcohol.
  11. Una vez evaporado el vino añadiremos una lata de tomate natural triturado, sal y pimienta al gusto, 2 cucharadas de café de azúcar, un chorro de vinagre de módena, el orégano, el tomillo limonero y unas hojas de laurel.
  12. Remover bien y dejar a fuego medio-alto hasta que el tomate empiece a hervir. Después reduciremos el fuego al mínimo y tendremos nuestro ragú de pollo a fuego lento durante al menos 1 hora y media.
  13. Os recomiendo tapar la olla durante la primera media hora y dejarla destapada el resto del tiempo.

Consejos para tu ragú de pollo:

En esta receta también incluí unos champiñones que tenía en la nevera y no quería que se pusieran malos. Como los champiñones tardan poco en hacerse, los incorporé a la olla unos minutos antes de que el resto de la verdura estuviera lista. Si añades un poco de sal facilitarás que los champiñones suelten su agua y así se evapore más rápidamente.

Como no me gustan los guisantes no los he incluido en esta receta de ragú de pollo, pero podéis incorporarlos sin problema con el resto de verduras. También hay a quien le gusta añadir unas patatas fritas cortadas en cuadrados pequeños. Mi consejo es que las friáis a parte y las incorporéis en el ragú de pollo prácticamente al finalizar la receta para evitar que la patata se deshaga mucho o quede paposa.

¡Y una cosa más! Si te gusta el picante… no dudes en darle un poco de rock’n’roll a tu ragú de pollo con un toque de cayena  😉